El contenido es el Rey ¿También en información sobre salud?

Hay una máxima en la búsqueda de información en Internet y el posicionamiento en buscadores: El contenido es el Rey. Esta frase (archipronunicada y archiescrita) parece no tener dudas. Viene a significar que es importante optimizar la página para el SEO todo lo posible pero no se puede descuidar lo que realmente importa: la calidad de ese contenido.

Es obvio que en la construcción de un contenido dentro de un entorno web hay que cuidar muchos aspectos, como hemos analizado en otros artículos. Hay que construir una web sanitaria con la estructura necesaria para que sea atractiva y abastecerla de contenido atractivo, de calidad y de interés, además de bien optimizado. 

Por tanto, el contenido será el gran motor de desarrollo de esa web, de ahí que se invoque como Rey. Sabiendo qué le interesa a nuestros visitantes y a los usuarios para que los vamos destinados (los de nuestro nicho), Google nos otorgará la varita mágica que nos convertirá el Rey a través de nuestros contenidos. 

Ese es el camino correcto para que se posicione y los usuarios puedan llegar a él contado en apenas dos párrafos y obviando obstáculos que pueden existir en la parte práctica.



Realidad y 'realeza'

Pero la realidad se puede sintetizar mucho más: millones de personas publicando contenidos diariamente sobre salud. Esto se traduce en la necesidad de publicar mucho contenido, muy optimizado, de calidad, y con mucha constancia durante mucho tiempo para poder posicionarse en la primera pestaña de Google en algún nicho sanitario. O se traduce en acertar con todo lo que escribimos, que no es imposible, pero sí improbable. 

En este punto, nos preguntamos lo siguiente: ¿Es viable esta situación para los generadores de contenido (información sobre salud) como son sanitarios, empresas, instituciones e incluso algunos pacientes? ¿Es el contenido también el Rey en información de salud? Queremos hacer una reflexión para saber si el contenido también es el Rey en la información sobre salud.

Partimos de la base de que aparentemente (y a todas luces) sí lo es, sobre todo si se generan contenidos atractivos, optimizados y de calidad. Sin embargo, de un sí con matices porque como todos sabemos los contenidos de salud nunca son todos de 10 sobre 10. 

Matices 

Uno de los matices más importantes es el autor de ese contenidos. Los usuarios confían mucho más en contenidos de salud escritos por profesionales sanitarios en entornos más cercanos. Solo hay que mirar las visitas de algunos blogs de profesionales sanitarios (pediatras o dermatólogos son muy buenos ejemplos), en entornos no invadidos por el marketing ni macrowebs, superiores a blogs de empresas con toda la maquinaria de la marca a su disposición. Tanto Google como el usuario prefieren un contenido de un profesional sanitario. Por tanto, sí, el contenido es el Rey, pero no todos los contenidos tienen sangre real. 

Pero, entonces, los contenidos que no son de profesionales sanitarios ¿Qué pasa con ellos? Su función y razón de existir se explica de la siguiente manera: el contenido es el Rey, pero el cliente es el que manda. Y detrás de las empresas suele haber clientes, mientras que detrás de los contenidos de profesionales sanitarios, suele haber pacientes en búsqueda de información de salud que resuelva su duda (aunque más tarde puedan ser convertidos a clientes también). 

Las empresas o marcas cuyo foco está puesto en los potenciales pacientes compradores de algún servicio, tienen que recurrir al contenido, bien pulido, para llamar la atención del usuario que han definido como su target, en un proceso mucho más dirigido que el anterior. Estudios de mercado, auditorías... todo para llegar a sortear los demás contenidos en la red y aparecer en la búsqueda oportuna en el momento oportuno, para fidelizar, captar y convertir a ese usuario a través de meticulosa información de salud. Esta vez, el contenido, también ha sido el Rey, pero con un claro matiz específico. El riesgo que pueden correr si el usuario no queda satisfecho (o decepcionado) con ese contenido puede ser muy alto y les puede hacer perder su 'corona'. 

¿Crees que el contenido también es el Rey en la información sobre salud o existen otros factores más relevantes?