Cómo construye un profesional sanitario su reputación online: ¿Cuánto dura el proceso?

La reputación online preocupa, y mucho, a los profesionales sanitarios. Y cada día más. Les preocupa saber cómo se crea, quién lo hace, por donde tienen que empezar y saber qué pueden hacer para poner todos los ladrillos necesarios para construirla. ¿Qué depende de ellos? ¿Qué no depende? ¿En qué pueden colaborar?

En anteriores artículos hemos explicado qué es y por dónde empezar a construirla, explicando cuál debe ser el papel del profesional sanitario para que se proyecte su prestigio a través de Internet y a través de terceros. Sin embargo, a muchos profesionales sanitarios les preocupan otros aspectos más relacionados con el timming y con el final del proceso. ¿Cuándo acaba si es que se acaba? ¿Qué se tarda si partimos de cero?

Ambas preguntas son relevantes y deben ser tomadas en cuenta. Como hemos señalado, el proceso de creación no depende exclusivamente del profesional sanitario, sino que depende en su mayor parte de terceros. Por ello, una vez que nos marcamos el objetivo de generar la reputación online hay que tener en cuenta que es un proceso largo: la reputación online es un  'work in progress constante' que siempre está en construcción. No acaba. Si alguién comenta algo sobre nosotros o nos valora, está generando reputación online, por lo que siempre está en construcción.


¿Cuándo acaba el proceso?

Entonces, ¿el proceso no acaba nunca? El proceso varía. Una vez nos hemos puesto manos a la obra a construirla, llega un momento en el que hay que iniciar una fase de control y monitorización de lo que se dice sobre nosotros, que es nuestra reputación online. Controlando lo que dicen sobre nosotros y actuando en consecuencia podremos seguir construyéndola.

Es decir, hay que controlar lo que dicen de nosotros, tanto lo positivo como lo negativo, para poder actuar en consecuencia. Para ello, por un lado, existen herramientas que nos ayudarán a hacerlo de una forma más sencilla, desde las alertas de Google hasta otras más específicas y complejas, y que nos ahorrarán tiempo en localizar contenidos que hablen sobre nosotros, por lo que nos ayudarán a gestionar nuestra imagen.

De esta forma, monitorizando lo que se genera sobre nosotros en la red, podremos construir contenidos en función a los comentarios recogidos en la monitorización en un sentido o en otro, por lo que poner un punto y final a la construcción de la reputación online es imposible, y no recomendable. 

Por ejemplo, construyendo contenidos propios de calidad, además de aumentar nuestra capacidad para llegar a más personas, evitaremos que si llegan contenidos negativos tengan un mayor impacto y se vean minimizados por lo ya generado. Si además ese contenido sobre nosotros, positivo, lo han hecho terceros, el impacto del contenido negativo será aún menor sobre nuestra reputación online, que lo neutralizará por su propio peso.

Queda claro que la reputación online de un profesional sanitario es un work in progress que hay que monitorizar con regularidad si se la quiere tener totalmente controlada y sin final, ya que si se quiere estar en Internet como profesional sanitario a través de web, blogs, directorios, redes sociales,etc. siempre se estará generando reputación online.