Los datos del VIH ¿Cómo puede cambiarlos la tecnología aplicada a la salud?

Normalizar la prueba del VIH y concienciar a la población de la importancia de hacer descender los nuevos diagnósticos. Estos son los objetivos de la campaña lanzada por CESIDA en el Día de la Prueba del VIH para conseguir precisamente un diagnóstico precoz que permita tratar al paciente antes de que desarrolle síntomas relacionados con la enfermedad. Esta campaña pone de manifiesto algunos datos que sirven para hacerse una idea de los números del VIH actuales para reflexionar sobre ellos y sobre cómo la TIC aplicadas a la salud podrían cambiar esta realidad.

Para empezar a entender esta reflexión, en primer lugar, vamos a exponer algunos números del VIH en nuestro país, avalados por el último informe denominado Vigilancia Epidemiológica del VIH/sida en España, datado de junio de 2014:


  • Existen 3.210 nuevos diagnósticos de VIH en el último año, lo que supone una tasa de 85 casos por millón de habitantes.
  • El 84,5 % de los nuevos diagnósticos se realizó en hombres 
  • La mitad de los casos de nuevos diagnósticos corresponden a menores de 35 años.
  • Las tasas más altas se produjeron en los grupos de edad de 25 a 29 y 30 a 34 años.
  • La transmisión en hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres fue la más frecuente, 51 %, seguida de la heterosexual, 31 %, y la que se produce entre usuarios de drogas inyectadas 5 %.
  • La tendencia en la incidencia de nuevos diagnósticos de VIH en los últimos años nos indica que la transmisión entre hombres que tienen sexo con hombres aumenta anualmente, siendo esta la categoría mayoritaria.
  • El 48 % del global de los nuevos diagnósticos fue tardío.
A estos datos hay que sumar las aproximadamente 150.000-200.000 personas que se calcula que pueden ser portadoras del VIH en total en España, y se calcula que una tercera parte no lo sabe, por lo que podrían ser causantes de nuevas infecciones.

Campañas de base

Estas cifras arrojan una realidad que no mejora con respecto a los últimos años. El presidente de CESIDA, Ramón Barrios, apunta algunas razones como que la mayoría de los jóvenes no tiene percepción de riesgo debido a que no vivieron "el drama de los años 80 y 90"; la mayor libertad sexual actual; la percepción del VIH como un virus crónico y no mortal; y la falta de campañas que sensibilicen al a población desde la base.  

Precisamente este último punto, la falta de campañas de base que expliquen qué es el VIH, cómo se puede contraer (prácticas de riesgo), dónde hacerse la prueba y qué implica tener VIH podría ser crucial para bajar ese número de nuevos diagnósticos.  



En este sentido, las TIC aplicadas a la salud ¿Qué podrían aportar? Las agresivas campañas televisivas de finales de los ochenta y noventa, la cartelería, etc. era entonces la vía más impactante para llegar. Pero ahora ¿Lo siguen siendo? Es muy difícil decir que la televisión no lo es, porque posiblemente, en igualdad de condiciones con todos, sí lo sea.

Sin embargo, no solo de televisión vive el mensaje. Existen más canales que todos los agentes de cambio podrían utilizar para desestigmatizar el VIH, lo que supone ser portador y los prejuicios que todavía existen a la hora de hacerse la prueba. 

¿Qué hace falta?

Hacen falta más información y más explicaciones multidireccionales que luchen contra el desconocimiento, el estigma y la culpabilización que lleva consigo aún hoy día el VIH. Y esa falta de información que desdramatice la situación y realce los beneficios de hacerse la prueba del VIH puede venir muy reforzada por las TIC. 

En ese caso ¿Conseguirían las TIC rebajar esas cifras? A más personas (tanto pacientes como profesionales sanitarios) informadas sobre la importancia de la prueba, sin prejuicios para ir a hacérsela, sin miedo a pedirla, y desdramatizando la situación liberándola del estigma podíamos conseguir más personas diagnosticadas de ese porcentaje que es portador del virus y aún lo sabe. 

Si gracias a la los nuevos canales para tener más impacto y llegar a más personas, se rebajara esa cifra, las TIC habrían demostrado que pueden contribuir a rebajar esos datos. 

¿Ha llegado el momento de sacarle todo el provecho posible a las TIC para cambiar los datos del VIH?