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Comunicación digital: el 'futuro perfecto' de la eSalud

Por Javier J. Díaz
Crónica del 8ª  Health 2.0 Madrid

El debate, pequeño, mediano o grande, y venga de donde venga, siempre es positivo. El intercambio de ideas, si esconden intenciones y proyectos detrás de ellas, siempre aporta algo al diálogo, y la participación, si viene de los actores que forman un grupo o un sector, siempre deja sorpresas y vertebra ese debate y el automático intercambio de pensamientos que remueve algo en el interior y le da continuidad a la llama de la eHealth. 

Una mecha que volvieron a prender ayer decenas de profesionales del sector sanitario interesados en la innovación y la tecnología aplicada a la salud en el 8º Health 2.0 Madrid, esta vez bajo el foco de la comunicación digital y en un contexto claramente marcado por el networking, el cara a cara y el análisis de tendencias y novedades. Siempre, contextualizado, en el espíritu singular de los chapter, donde los protagonistas son los asistentes y su interés en común, en este caso, la innovación en salud y la tecnología médica. Como siempre, los que no acepten estas reglas de juego, que apuesten a otro caballo.

El concepto de médico en el bolsillo: perspectivas y experiencias

El hecho de poder llevar en sentido figurado un médico en el bolsillo (pero no por eso menos real) es una propuesta que no deja de tener su lado controvertido. Los más innovadores, emprendedores y amantes de las TIC, suelen apoyar este tipo de propuestas y mostrarse interesados por ellas, y en muchos casos, participar.

Sin embargo, no todos piensan igual. Algunos sanitarios, aunque no tengan por qué estar alejados de la innovación y las TIC, ven esta nueva forma de contactar mucho más reticentes.

La eSalud y su propuesta de médico en el bolsillo desde la perspectiva médica puede cambiar mucho según como se mire.

La eSalud y su propuesta del médico en el bolsillo ¿Funciona?

¿Podemos tenerlo casi todo en el bolsillo hoy día a través de nuestro smartphone? La mayoría de las personas responderíana esta pregunta. Algunas marcas, como Amazon, ya lo están convirtiendo en una realidad gracias a su servicio PrimeNow, que te envía en un tiempo récord una serie de productos que compres en su portal. No se quedan atrás otras marcas como Just Eat, que en apenas minutos te envían la comida que has pedido. Quién iba a decir al ser humano hace apenas dos décadas que la comida pedida a domicilio por teléfono iba a mutar a algo tan personalizado y accesible como la App de esta marca de entrega de comida. Sin embargo, ¿lo podemos llegar a tener todo? ¿Somos capaces de asumirlo? ¿Existe en todas las áreas esa cultura? Es precisamente lo que nos queremos preguntar en este artículo. Dejando de lado el resto de ejemplos, nos centramos en una realidad: la eSalud y su propuesta de médico en el bolsillo ¿También funciona?

Información de salud digital: Juego de Roles


La información de salud en la era tecnológica está siendo más crucial que nunca. Demasiada y poco depurada, inunda Internet y llega a cualquier persona sin filtro ni cualitativo ni cuantitativo. Por eso, profesionales sanitarios, periodistas y pacientes se reunieron en la Jornada de Salud Digital que precede al I Congreso Nacional de Salud en Madrid, para debatir (de nuevo) muchas cuestiones que preocupan a estos tres actores. Las conclusiones inmediatas, demasiado abiertas, pusieron de manifiesto que los tres discursos sectoriales son todavía endogámicos y viven atrapados desde hace algunos años en el mismo discurso del que parece que quieren escapar de una vez, al menos en su declaración de intenciones.

Entre pregunta y respuesta (y hubo muchas), se atisbó una luz de esperanza para que algo empiece a cambiar y se llegue a conclusiones que aporten valor real a la información de salud digital que conecte a sanitarios (a todos, no solo a médicos) con pacientes (a todos, no solo los empoderados) a través de periodistas (que informen en base al periodismo, y no al amarillismo ni al oportunismo ni mucho menos al militarismo).  ¿Difícil? Sí, pero no tiene que ser imposible.

Ensayos sobre la eSalud: Empresas vs Pacientes en la eSalud ¿Crear la necesidad o cubrir las que ya existen?

El Health 2.0 Europe concluyó justo ayer tras tres jornadas de presentación de proyectos de eSalud europeos, en los que se primó la conversación y las experiencias compartidas. Uno de los platos fuertes y más esperado del día era 'La experiencia del paciente empoderado', una charla que había levantado mucha expectación y en la que se presentó un panel que pretendía explicar cómo las TIC aplicadas a la salud estaba impulsando a los pacientes para que estuvieran más informados, formados y conectados con el resto de actores en el mundo online, y que de nuevo ponía de manifiesto esa relación entre empresa vs paciente y las necesidades de estos últimos. 
Sin embargo, este ejercicio inicial de buenas prácticas se quedó en parte, y a pesar del esfuerzo colaborativo de muchos de los que participaron en él, en la parte más superficial del proceso. Mostró buenas ideas e intenciones, pero no conectándolas directamente con las necesidades reales del paciente, sino con el afán de crear esas necesidades a través de su propia idea. El paciente real y de a pie, de nuevo, estaba ciertamente ausente del papel de emisor, y tenía más protagonismo como receptor, además de estar totalmente eclipsado por los logos de las empresas.  

Lo que quedó claro es que ahora mismo, las empresas están más cerca de crear la necesidad que de realmente cubrir una que ya exista, como explicaba ayer en nuestro blog el consultor Pedro J. Gonzalo, en un análisis muy acertado. 

Ensayos sobre la eSalud: ¿Existe miedo escénico a las Redes Sociales?

La comunicación entre todos los actores de la eSalud se ha revelado como básica en los últimos años, teniendo lugar en nuevos canales y por ende en 'nuevos terrenos'. Sin embargo, y a pesar de que cada vez fluye más gracias, entre otras cosas, a las redes sociales -por citar algunas-, hay todavía actores como instituciones, hospitales u otro tipo de organizaciones sanitarias que no terminan de ver clara la utilidad de algunos canales para conseguir una comunicación que llegue más y que aporte más valor a su día a día y su relación con otros actores. 




Aproximadamente, más del 82% de los usuarios de Internet utilizan las redes sociales, pero algunas instituciones sanitarios siguen sin estar presentes activament en ellas. La razón  ¿Recelo? ¿Miedo? ¿Respeto? ¿Falta de recursos? ¿Desconfianza? ¿Qué es lo que sucede para que algunas organizaciones sanitarias digan NO al uso activo de las redes sociales como herramientas para entablar un canal directo con sus usuarios y potenciales pacienes (la sociedad en general)? Algunas no tienen redes sociales, otras las tienen y no las usan, otras las tienen y las usan sin utilizar su potencial con una estrategia basada en mínimos y evitando cualquier tipo de interacción o conversación ¿Justo lo contrario de lo que deberían hacer? 


Ensayos sobre la eSalud: los pacientes y el Big Data ¿Qué quieren el uno del otro?

El martes llegó este comentario anónimo a nuestro blog:

"Soy un paciente y no sé qué tiene que ver el Big Data conmigo, ni siquiera si es algo tan positivo como dicen. De todo lo que se habla del Big Data solo sé que mis datos son la base de todo. No sé lo que me va a dar cambio a corto o medio plazo. Espero que sea algo que note como paciente realmente, y no que solo me digan que es muy bueno"


En el futuro de la eSalud, la tecnología Big Data se presenta como una oportunidad enorme por sus múltiples beneficios accediendo a información más efectiva sobre datos y pudiéndola tratar mejor para obtener mejores resultados. Organizaciones, empresas, profesionales sanitarios, etc. tiene claro que las posibilidades del Big Data son enormes y marcarán el futuro de la sanidad por la información que puede aportar.

Sin embargo, en este contexto tan supuestamente positivo... ¿Qué opinan realmente los pacientes? ¿Sienten que realmente aplicar tecnología Big Data les va a beneficiar en algo? ¿Está todavía muy lejos esta realidad de la suya propia? La aplicación de nuevas herramientas para procesar grandes cantidades de información tendría que beneficiarlos, supuestamente.

Por un lado, los pacientes pueden percibir que los nuevos procesos incluidos en la salud gracias a la inclusión de las TIC lo sitúan en el centro, gracias a nuevas herramientas que compararán datos para poder predecir y anticipar posibles epidemias y obteniendo registros más eficientes de información, como el VIH, la Hepatitis C y diversas Enfermedades Raras y crónicas, según explican Rafael Navajo, Inmaculada Pérez y Carlos Royo, de GMV Secure Solutions. El Big Data puede aportarles eso y mucho más (como el descubrimiento de nuevos medicamentos) y los pacientes crónicos pueden ser uno de los más beneficiados.

Sin embargo, existen partes menos claras en la aplicación de tecnología Big Data ante la que el paciente se puede mostrar reticente. Por supuesto, esa parte menos clara hace alusión a la privacidad. Todos los datos que general los pacientes van a ser almacenados y procesados por sistemas capacitados para cruzarlos y optimizarlos al máximo pero ¿Tendrán los pacientes algún control sobre sus datos? ¿Se puede exigir realmente alguna modificación o cambio en ellos? ¿Tendrán la potestad de que no se usen?  Y una de las cuestiones más importantes ¿Su uso va a enriquecer a terceros en algún momento?

Los datos hoy día revelan muchos aspectos sobre nosotros. No son un sólo número, sino que pueden revelar hasta la comida que más nos gusta mientras nos duele la garganta. La Ley Orgánica de Protección de Datos no permite que se publiquen datos privados sin autorización de ninguna persona, por ejemplo, en Internet, pero sí permitiría la publicación de estadísticas configuradas gracias a esos datos. Los expertos apuntan que los riesgos son mínimos comparados con las ventajas. Pero ¿Se le va a preguntar al paciente si quiere asumir esos riesgos?

Opiniones de expertos

Rafa Pardo, consultor senior en eSalud, enfoca directamente en el paciente en su relación con el Big Data. "A muchos de ellos les preocupa saber qué se hace con sus datos. Tienen temor a lo que no conocen, y no saben con precisión qué es y qué implica Big Data", explica Pardo, que hace alusión directamente a algunos casos recientes en los que han salido a la luz "presuntas cesiones de datos entre centros sanitarios, que no ayudan precisamente a clarificar la situación". 

El economista y gestor sanitario Miguel Ángel Mañez cree que hay tener claro un punto muy importante: "Los datos sin análisis y sin utilidad generan muy poco". Para el autor del blog Salud con cosas, los datos "a pelo" sirven de poco, por lo que habrá que ver si se es capaz de "extraer información útil para el paciente".  Mañez recalca una reflexión necesaria de cara a la percepción de los pacientes de la utilidad del Big Data "explicar, como organización sanitaria, qué se puede conseguir".

Por su parte, Sergio Vañó, dermatólogo, cree que lo que hay que hacer es explicar mejor a los pacientes las bondades de este tipo de tecnología, y lo hace con un ejemplo muy práctico que él mismo realiza. "Les explico que mejora la fiabilidad de los datos que se buscan. Es como evaluar el riesgo de que un coche tenga una avería....Mirando los coches de un solo barrio frente a los coches de toda Europa. El dato es más fiable cuanto mayor sea la muestra", apunta Vañó.

El experto en pacientes Joan Carles March explica que la percepción que el paciente tiene sobre el Big Data comienza siendo positiva pero luego se puede transformar: "Habla de control, seguimiento, investigación como palabras a destacar, pero al rascar más, no todo el mundo lo tiene tan claro. Del control se pasa al hipercontrol, aunque todo el mundo valora el papel más en investigación".

Por último, Diego Villalón de Fundación MÁS QUE IDEAS, cree que el Big Data "reporta beneficios a los pacientes en cuanto a la organización y acceso a la información,  y en cuanto a sus posibilidades en el ámbito asistencial". Sin embargo, también apunta riesgos a tener en cuenta, asociados a la privacidad. Finalmente Villalón señala que no cree "que se perciba todavía su valor al ser un concepto poco conocido por el usuario medio que parece más ligado a conceptos de gestión". 

¿Crees que el paciente debe estar preocupado por el Big Data y el tratamiento de sus datos? ¿Crees que realmente le preocupa? ¿Los beneficios justifican los riesgos? 

Ensayos sobre la eSalud: tecnología Big Data ¿Por qué le interesa a la eSalud?

Antes de hablar de Big Data o de eSalud, hay que hablar de datos...

Que los datos son lo más codiciado por las empresas y organizaciones de casi todo el Planeta Tierra, eso ya lo sabemos hace tiempo. Y si no lo sabíamos, empresas como Google, y sobre Facebook ya nos habían puesto en sobreaviso en estos últimos años con modelos centrados en un alto porcentaje en saber exclusivamente cosas concretas sobre nosotros.

¿Pero por qué sucede esto? Nuestros datos engrosan listas que en muchas ocasiones engrosan las cuentas de muchas empresas. Por lo tanto, los datos son un oscuro (más bien claro) objeto del deseo de muchas personas. Los datos son la nueva moneda de cambio que todas las grandes y pequeñas compañías quieren para realizar negocio con ellos. El bien más preciado. Nuestra forma de interpretarnos y por supuesto de llegar a nosotros.

Sin embargo, hay aspectos a tener en cuenta. Tener más datos de personas no implica obligatoriamente que haya más información. Por eso, en pleno auge de los datos, con cada vez más los soportes para almacenarlos y las formas de conseguirlos, por lo que obviamente crecen  también cada vez más los bancos de datos, y a su vez la información. En ocasiones -y es lo que está sucediendo en muchos casos- la sobre exposición de datos puede verse abocada a una gestión caótica y muy poco optimizada. Sin orden y sin beneficio. Ahí es donde entra la denominada tecnología Big Data, de la que todo el mundo habla sobre todo en los últimos dos años.


¿Qué es el Big Data?

La tecnología Big Data no es otra cosa que el almacenamiento y procesamiento de los datos que llegan a ser tan extensos que es imposible procesarlos con los métodos tradicionales y se enfoca en almacenaros, buscarlos, compartirlos de una forma accesible poniendo al alcance de una forma rápida y cómoda de datos que de otra forma sería inaccesibles o infrautilizados. Así, con los datos exactos, localizados y listos para cuando se necesiten (y no perdidos en una acumulación masiva), la tecnología Big Data aporta su principal valor añadido creando el binomio obtención de información & generación de conocimiento sobre ella.

Y el quinto párrafo de este artículo es el momento de preguntarse ¿Y qué tiene que ver esto con la eSalud? Pues precisamente ese valor añadido del que hablo es aplicable a muchos ámbitos, y uno de ellos es ni más ni menos que la eSalud. Aplicar el procesamiento Big Data al sistema sanitario puede suponer un cambio de momento inimaginado para el procesamiento de datos a pequeña y gran escala en sanidad, y lo que eso puede suponer. Y un cambio que favorezca al paciente y a la mejora en su atención, y en ningún caso comercialice con él, como sí pasa en otros ámbitos.

El Big Data puede permitir a los sistemas sanitarios ahorrar costes, sobre todo siendo capaces de identificar conductas de sus propios usuarios y pudiendo así, prevenir problemas de salud de los mismos prediciendo futuras enfermedades. Incidiendo al mismo tiempo en la operabiliadad de las instituciones y actores que componen el sistema sanitario.

La aplicación de la tecnología Big Data supondrá un salto de calidad no solo para la gestión clínica y la atención sanitaria, sino también para la investigación, ya que permitirá mejorar los conocimientos sobre muchas enfermedades gracias al mejor tratamiento de los datos.


¿Conocías la tecnología Big Data? ¿Crees que va a beneficiar a la sanidad? ¿Ves algún inconveniente a su aplicación? 



Ensayos sobre la eSalud: el ePaciente ¿Quién es?

Un término que sigue abriéndose camino en la eSalud es el del ePaciente. De nuevo el inglés nos toma ventaja, y está mucho más arraigado como ePatient, lo que hace que aún no esté muy implantado en España, en su versión española. Sin embargo, eso no quita que los ePacientes no existan y no vayan en aumento. 

Pero, ¿Quiénes son realmente los ePacientes? ¿Somos todos? ¿Solo algunos privilegiados? ¿Los que desean serlo? Un ePaciente es es un paciente o potencial paciente común que está muy ligado a la tecnología y la utiliza de una forma natural para cuidar aspectos de salud. Las TICs con un activo para ellos y las tienen interiorizadas en su mayor parte, ya que las perciben como algo normal a la hora de consumir o utilizar algún servicio sanitario.

Las diferencias entre un paciente y un ePaciente sirven para definir el perfil de este último. Un paciente es una persona que recibe los servicios de un médico o un profesional sanitario por los modelos tradicionales a través de una relación física que en sucede en el 95% en un mismo espacio físico. 

El ePaciente, por su parte, es una persona que utiliza los servicios de salud en condiciones plenas utilizando herramientas tecnológicas. Los ePacientes reúnen información sobre su dolencia, su diagnóstico o su tratamiento y utilizan las herramientas de información y comunicación electrónica para tratar cualquier aspecto o preocupación por su salud. Incluso se pueden comunicar con algún actor del sistema sanitario de una forma no física, a través dela consulta online y otros medios.

Además, el ePaciente quiere ser más participativo en la relación con su médico, está más comprometido y es mucho más activo, proactivo, partícipe y responsable, sobre todo a la hora de tomar decisiones, y anhela compartir su aprendizaje con otros. 

Rasgos

Por tanto, el ePaciente es un paciente que interactúa de una manera digital en su proceso sanitario, fortaleciendo el mismo, y no se limita a utilizar los canales y las vías tradicionales -como sí hace el paciente tradicional-, sin conformarse con las herramientas tradicionales. El ePaciente, en definitiva, busca mejorar su atención y la relación con su médico, utilizando todas las herramientas tecnológica a su alcance.

¿Cuántos ePacientes existen en España? Una cifra difícil de saber. Sin embargo, posiblemente hay más de los que parece. El paciente que pide cita online en un centro médico está siendo un ePaciente, como el que consulta información sobre su enfermedad, o sobre el medicamento que le ha recetado un médico en Internet, o el que utiliza alguna aplicación o servicio sanitario online. Todos estos pacientes, aunque no lo sepan y vivan pegados a su médico de cabecera, tienen una parte de ePacientes. O mejor, una actitud. Aunque solo sea una pequeña mecha, que cada vez está más cerca de prenderse y propagarse para que todos puedan aprovechar las ventajas de la eSalud. 

¿Crees que hay muchos ePacientes en España? ¿Te consideras uno de ellos? ¿Conoces más definiciones de ePaciente?


Ensayos sobre la eSalud: el estigma de la tecnología ¿Un lastre?

"No todas las personas perciben de la misma manera. Algo muy evidente pero de lo que no siempre se es consciente". 
Con esta reflexión retomamos el pulso tras el verano.

Los actores que están dentro del círculo de la eSalud tienen muy claro que la tecnología es una gran aliada para mejorar la calidad de vida, tratamiento, diagnóstico, etc., pero... ¿Y los que están fuera? ¿Lo perciben de la misma manera? Es difícil de ver para los actores de ambos lados (los que están fuera y los que están dentro) lo que sucede en el otro, y entenderlo, aunque a veces nos parezca lo contrario. Una afirmación que puede chocar a muchos pero si no fuera así, realmente no habría dos lados.

La tecnología, en general, supone para muchos todavía una barrera que en muchos casos no tienen la intención de derribar. Y en particular, si la aplicamos a la salud, se convierte en un muro que para muchos no es infranqueable, sino que simplemente no quieren franquearlo. Esta situación existe, y está mucho más cerca de los defensores y prescriptores de la eSalud de lo que nos creemos.

La tecnología, desde su nacimiento, siempre ha sido algo frío, impersonal, poco cercano. Sin embargo, el auge de las TIC más recientemente ha introducido el factor comunicación, y por tanto, el factor comprensión, que lleva a la vez el factor cercanía incrustrado. Eso ha hecho que la tecnología, en el campo de la salud, consiga hacer algo en lo que muchos posiblemente hace 15 años no creían: verla como algo cercano, que incluso puede ser casi intrínseco a la persona, ya que se nace y se crece (los más jóvenes) con ello en su día a día.

Sin embargo, el debate sobre si algún día se verá intrínseco o no, es prematuro. El debate sobre el que nos debemos centrar es por qué algunas personas ven todavía el hecho de usar la tecnología para mejorar la vida de alguien como algo estigmatizado, lo que supone un auténtico lastre para la eSalud ¿Creéis que no sucede? 

Hace poco leía que un dentista explicaba que todos los pacientes saben que usar el hilo dental es muy positivo para los dientes y encias, pero la mayoría de sus pacientes no lo usa, por lo que el porcentaje es bajísimo. En cambio es altísimo el porcentaje de pacientes que acuden a él por no usarlo. Un claro ejemplo de algo que se sabe que es positivo pero que no se hace.

Argumentos anti eSalud

En la eSalud seguro que tenemos muchos ejemplos como este, pero por alguna razón, la introducción de la tecnología a la vida diaria, se esquiva. ¿No hace eso también que esquivemos una mejor calidad de vida? Esta pregunta se me planteó este verano al ver en primera persona como algunos padres rechazaban rotundamente que sus hijos, afectado por diabetes tipo 1, utilizaran una bomba de insulina porque, según dijeron, "no querían que estuvieran conectados a una máquina" o "no fueran considerados robots".  Solo por ese motivo, no porque no funcione o no les vaya bien. Sin haberlo probado...  Tal cual el estigma del "loco" porque va al psicologo o el "sidoso" porque tiene una enfermedad venérea. 

La reflexión que se me presenta desde ese momento es ¿Así ven las propuestas de la tecnología para mejorar el tratamiento y calidad de vida de sus hijos? Está claro que si a eso le sumamos las personas que no quieren ni oir hablar de la rehabilitación a distancia "porque hay que ir al hospital a que te vea el médico", la consulta online "porque no se cura a través de un ordenador" o los wearables "porque no me voy a poner una tontería en el brazo para medir nada" tenemos una barrera clara, que no deja de ser un estigma sobre la concepción de la tecnología para una parte del paciente del presente, y del que será en el futuro.

Aunque nos parezca que la tecnología no es un estigma ni un lastre para la eSalud (porque para nosotros no lo es) debemos pensar que no todas las personas perciben de la misma manera. Y reflexionar sobre cómo abordar a las que no lo hacen para hacerles entender que la realidad ha cambiado. Y va a cambiar mucho más.  

¿Crees que la tecnología en la eSalud es percibida como un estigma aún para muchas personas? ¿Crees que no? 

57 artículos en 7 meses de eSalud...

El 31 de julio es buen día para hacer balance con cierta visión de los que han sido los primeros meses del año.'La eSalud que queremos' para dos meses al año, en agosto y del 15 de diciembre al 15 de enero. Mañana llega de nuevo nuestro descanso y nos vamos a él recordando los 56 artículos de eSalud que hemos publicado desde este enero. Aquí os los dejamos para que los releáis, los leáis sino los habéis leído y reflexionéis sobre algunas de las cuestiones que hemos planteado.

ENERO 


FEBRERO


MARZO


ABRIL


MAYO


JUNIO


JULIO



Ensayos sobre la eSalud: formación en eHealth ¿Hasta qué punto hace falta?

Vivimos en mundo en el que nos creemos que 'todos' lo sabemos 'todo'. Y si no es así, lo miramos en el móvil para saberlo. En ese tipo de mundos es difícil hacer autocrítica y echar la vista atrás para ver si realmente tenemos tanto conocimiento como nos creemos. Pues bien, lo que nos planteamos hoy es: ¿Está la eSalud en ese punto?

Los actores de la eSalud juegan un papel fundamental obviamente en la propia eSalud, y desempeñan cada vez más funciones. Sin embargo, la reflexión que planteamos es rizar el rizo un poco más. ¿Están capacitados para utilizar todos los recursos que la tecnología les propone? 

Artículo patrocinado por MPG Formación.
Está claro que cualquier profesional sanitario, por citar a un actor, está capacitado totalmente para desempeñar su función en el día a día, pero desde la llegada de la tecnología ¿También lo está para implementarla? Pensar en una respuesta que sea un 'Sí porque sí' no es la respuesta más inteligente. El profesional sanitario, para seguir con este ejemplo, debe aprender muchas cosas de la nueva implementación tecnológica, y en ocasiones, no dispone de todos los recursos para ello. En en este punto en el que nos planteamos de nuevo si realmente hace falta una formación para aprovechar todos los recursos existentes gracias a la eSalud.

Actores y formación

Un actor de la eSalud debe comprender no solo su lugar en el círculo de la eSalud, sino también sus acciones a realizar y su potencial, un nuevo mundo que se abre una vez empoderado un actor con las TIC. Y es difícil que lo comprenda por él solo, por muy autodidacta que sea. Por seguir con el ejemplo del profesional sanitario, si este actor quiere empeñar un rol activo como tal, tendrá que mejorar sus conocimientos en muchos aspectos, entre ellos la comunicación con el paciente, básica y clave en la eSalud, por el rol que ocupa este último y su creciente poder. 

¿Cómo lo puede hacer? De muchas maneras. Lo puede hacer solo, aprovechando recursos ya existentes o buscando formación directa sobre la materia, pero está claro que mientras mejor se forme más capacidades adquirirá para entender no solo lo que puede hacer, sino cómo lo puede hacer, y entender las nuevas vías que hay para ello, para optimizarse el mismo como actor y que repercuta de una manera positiva entre otros actores. 

Ante esta exposición, ¿existen los suficientes recursos para que un actor de la eSalud pueda formarse hoy día? Existir por supuesto que existen, al menos los mínimos impresdincibles. Existen diversos Másteres, cursos de empresas privados, talleres en jornadas relacionados de forma directa o indirecta con la eSalud. También existen recusos abundantes en la red provenientes de fuentes fiables (como el proyecto de programa de formación gratuito Campus Sanofi) y proyectos que están a punto de llegar, como la iniciativa basada en uno de los casos de éxito más llamativo y comprobado de uno de los actores de la eSalud española, el proyecto #eSaludKnomada, del que mañana mismo sabremos más cosas. 

Todos ellos ponen de manifiesto que sí existe y sí existe una demanda de los actores de la eSalud por formación, en un grado, de momento, moderado-alto, pero que a medida que se vayan implicando actores, crecerá con casi toda seguridad. 

Esta situación hace pensar que la formación, de calidad y con valores añadidos impartida por profesionales en cada una de las materias -y no por ese tipo de personas que lo saben 'todo de todo'- será básica para un correcto despegue de la eSalud desde hoy hasta el futuro más inmimente. ¿Se puede estar sin formarse en nada capacitado para hacer de todo? No cometamos el error de creer que sí.     

¿Hasta qué punto crees que hace falta la formación en eSalud? ¿Te atreves a cualificarlo? ¿Crees que sin formarte en nada estás capacitado para hacerlo todo?

Ensayos sobre la eSalud: la gamificación ¿Capacitada para poner a jugar a los actores de la eSalud?

La gamificación es una de las tendencias que más fuerte están pegando en la tecnología aplicada a la salud, en especial en los últimos meses. Los profesionales sanitarios la están apoyando, la industria, lo está haciendo y los pacientes, están también jugando. ¿O no es así?

El hecho de aprender y conocer más sobre nuestra salud y lo que nos preocupa realizándolo como un ejercicio lúdico, sin cerciorarnos de que realmente estamos aprendiendo algo cuando nos parece que estamos jugando, es una de las últimas tendencias que están irrumpiendo en la vida diaria del médico y del paciente. Empodera a ambos. Los acerca, los une. Mejora su relación. Consigue el objetivo. O al menos tiene las armas para lograrlo.




La gamificación de por sí tiene mucha fuerza, como así lo está demostrando. El arte de aprender jugando está consiguiendo el engagement ansiado que muchos actores (empresas, emprendedores, organizaciones) buscan entre su producto/objetivo y su público. Pero al pregunta que hay que hacerse es... ¿Los actores de la eSalud están capacitados para entender realmente la importancia que puede tener la gamificación? ¿La gamificación los pondrá a jugar en este nuevo terreno?

Posiblemente la semana que viene, tras el I Congreso sobre Juegos de Salud que se celebra en Madrid, tengamos más respuestas a estas preguntas. De momento lo que está claro es que algunos ya son muy conscientes del poder de la gamificación, y lo están intentando llevar a cabo, o en algunos casos, llevándolo. 

La gamificación como tal puede ser una herramienta muy buena para los actores de la eSalud, tanto los profesionales sanitarios, como para las organizaciones sanitarias, y por supuesto para los propios pacientes. También, por su faceta divulgativa, accesible y fácil, otros actores como los comunicadores de salud o los propios medios de comunicación pueden hacerse eco de una forma más fácil de lo habitual, y con ello contribuir a la sensibilización y fidelización de otros actores, ampliando así el círculo. Por lo que se intuye que tiene una capacidad alta para implicar a los profesionales sanitarios.

Implicación

Pero para que la gamificación sea un proceso exitoso a través el cual enseñar al paciente o otorgarle valores añadidos. ¿No hay que implicar más de lo habitual al profesional sanitario? Hay que alinear totalmente la concepción y el desarrollo del juego al know how empírico y al conocimiento del profesional sanitario. No basta con crear un juego enfocado a la salud, hay que ir un paso más allá y leer las necesidades y los impactos que puede tener lo que se está diseñando sobre los hábitos saludables y la salud del paciente. 

Los juegos de salud no son precisamente solo un juego. Hay que conformar un tablero encima de la mesa virtual con todos los elementos para captar la atención y conseguir que el usuario cumpla la función inicial: motivar al paciente y empoderarlo a través del juego. 

¿Crees que el profesional sanitario se debe implicar más en la gamificación? ¿Lo quiere hacer pero aún no tiene los métodos necesarios? ¿Se podría desarrollar una metodología sobre el rol del profesional sanitario en este campo?





Ensayos sobre la eSalud: Salud vs. eSalud ¿Quién es la meta de quién?

A veces, por más que te preguntes cosas, no obtienes respuestas claras. Al contrario, te surgen más y más cuestiones a las que hay que darle respuesta para ver si realmente se obtienen las respuestas que estamos buscando. En el caso de este blog, tras realizar una serie de entrevistas en el serial Respuestas a la eSalud -que nos llevó a escribir Ensayos sobre la eSalud y a publicar un eBook sobre la materia-, aún nos surgen muchas dudas, a pesar de las múltiples respuestas que hemos obtenido y varias reflexiones, tanto nuestras como de lectores, con las que nos hemos enfrentado.

La última cuestión que nos ha salido a relucir tras un debate en Linkedin ha sido la siguiente: ¿La meta de la eSalud es la salud o la meta de la salud es la eSalud? ¿Queda clara la pregunta? Que nadie se alarme, que no es un trabalenguas, pero tampoco es una cuestión tan sencilla como pueda parecer.



Vamos a abordar la doble cuestión por partes, analizándola y simplificándola. Partimos de la base de que tanto la salud como la eSalud, tienen una meta y unos objetivos concretos, pero comunes. De ahí, reducimos la cuestión a ¿La meta de la eSalud es la salud? Según un argumento de Miguel Ángel Valero en respuesta a un artículo publicado por nosotros en el grupo de Linkedin ‘Accesibilidad,telemedicina y eSalud, la meta de la eSalud, y por tanto, todo lo que se está haciendo y consiguiendo aplicando la tecnología a la salud, debe ser la salud. Resumiendo: crear eSalud para conseguir llegar a la salud. 

Valero, Jefe de Departamento de Ingeniería y Arquitecturas Telemáticas en la Universidad Politécnica de Madrid y experto en la materia, explicaba que “las TIC en salud tienen una sola meta: mejorar el estado integral del bienestar físico, psicológico y social de una persona” y afirmaba que “el uso de la eSalud es un medio para hacerla realidad, la meta es la salud de cada persona”. ¿Todos de acuerdo con esta afirmación? A nosotros nos parece una afirmación lógica y muy bien argumentada.

Según lo explicado, entonces entendemos que si la meta de la eSalud, y de todo lo que se está haciendo en este campo, es la salud, estamos afirmando que la meta de la eSalud es conseguir un estado de bienestar físico, mental y social de las personas con las herramientas tecnológicas que la propia eSalud aporta. ¿Todos de acuerdo? 

Otra pregunta

Sin embargo, queremos darle la vuelta para ver las cosas desde otra perspectiva y abordar la segunda parte de la cuestión que nos hacíamos ¿La meta de la salud es la eSalud? Es decir, el objetivo de la salud es llegar a un sistema de eSalud que sea capaz de responder a todo lo que la salud propone y cumplir sus objetivos, pero mejorándolos y optimizándolos.  

La eSalud, ¿no podría ser una meta de la salud para llegar a implementar toda la tecnología que la eSalud le puede aportar y lo que eso conllevaría en cuanto a beneficios para todos los actores del círculo sanitario? ¿No sería también la eSalud una meta?

Y bajo estas dos premisas, si la eSalud llega a su meta (la salud) y la salud también (la eSalud), ¿no estaríamos ante un gran avance en un sistema sanitario que sería capaz de ofrecer una atención mejor gracias a la tecnología, y por tanto, mejorar la calidad en la atención? ¿Sería el momento de despejar la controvertida ‘e’ como algunos expertos han afirmado ya?

¿Qué pensáis? ¿Tenéis más argumentos para responder a estas preguntas? ¿Quién es la meta de quién? ¿Son metas mutuas? 

Ensayos sobre la eSalud: el uso, ¿el mayor reto al que se enfrenta la eSalud?

Hablar de motivaciones, retos, ventajas y desventajas es algo muy socorrido cuando hay que ver los pros y los contras de algún proyecto o de alguna innovación concreta. Esta conversación también se puede extrapolar -y de hecho se está haciendo- a todo lo que está aportando la tecnología aplicada a la salud, tanto en materia de proyectos concretos, como iniciativas, tendencias, aplicaciones móviles, nuevas herramientas nuevas, nuevos canales, etc… Hay que conocer muchos de estos nuevos conceptos para saber de dónde parten, para qué se hacen y qué objetivo final tienen si queremos validar cada uno de ellos y obtener más información sobre el ROI de los mismos.

Para centrarnos en el campo que nos interesa, el de la eSalud, se pueden analizar las ventajas y las desventajas, los pilares de la eSalud, lo que la mueve, las iniciativas más destacadas, tendencias, etc.. Sin embargo, lo que cuesta mucho analizar es realmente si todo lo que se está haciendo en diferentes ámbitos de la misma está sirviendo para algo. Es decir, si las diferentes iniciativas se están materializando en uso por parte el usuario final y demostrando con eso que realmente se usan, y por tanto sirven. ¿Eso las validaría? Obviamente si se usan es porque responden a las necesidades, por tanto, entendemos que sí a falta de otros indicadores más válidos de validación.

Entonces, si el uso valida las diferentes iniciativas, y entendemos que sí, ¿la meta es el uso? Según esta teoría, si una iniciativa proveniente de la eSalud se usa de una forma constante y sostenible (no tiene por qué ser masiva, pero sí tener un público concreto y usual) en un espacio de tiempo, significa que sirve al usuario. Y por tanto, si le sirve al usuario, es que su objetivo se está cumpliendo, lo que demostraría que el uso es la meta: usándola se demuestra que realmente sirve. ¿No sería así?

Ejemplo ficticio

Utilizamos un ejemplo ficticio para tratar de aclarar más esta reflexión. Una organización X apuesta por un servicio multiplataforma a través de los nuevos canales entre médicos y pacientes. Para reforzar su propuesta, apuesta por una aplicación sanitaria para poner en contacto a médicos y pacientes también en un soporte móvil. Para ello ha contado con el asesoramiento de muchos médicos y consultado a decenas de pacientes, para identificar necesidades, incluso ha realizado un estudio de mercado sobre la materia. Sin embargo, lanza la App sanitaria al mercado y en los primeros seis meses se consiguen 72 descargas, apenas 12 por mes, poco más de dos por semana. Y los usuarios con la App en su móvil, no vuelven a ella tras los primeros dos días.




A pesar de que la App desde el punto de vista estructural puede ser perfecta ¿No se considera un fracaso debido a que no ha conseguido levantar la expectación, y por tanto, el uso de los usuarios finales?  Con esto pretendemos saber si la validación de un producto puede estar en su uso, y sea éste el que nos diga lo que realmente sirve a los usuarios, por lo que hay que apostar, po lo que no, y lo que se debe modificar o desechar. 


Existen muchos proyectos dentro de lo que se considera la eSalud en los que los actores que los crean generan una fuerte y supuestamente avalada teoría en la que a priori se responde a todas las necesidades del usuario. 

Sin embargo, a la hora de poner en práctica esos proyectos, falla directamente en engagement entre el profesional sanitario-paciente, tal y como había sido concebido, o simplemente falla e engagement entre empresa-cliente. Si falla esta relación de propuesta-uso-validación ¿Realmente se están construyendo iniciativa que sirvan a los beneficiarios finales de la eSalud? La respuesta posiblemente sea no, por lo que habrá que seguir trabajando para enfocarse a resultados, que en la mayoría de los casos provengan del propio uso.